Historias de la tele por Miguel Herrero
Colombo
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Colombo ha sido una serie peculiar respecto al concepto de ficción agrupada por temporadas con una regularidad bien definida. Comenzó con un capítulo piloto en 1968 y tras una segunda emisión en 1971, se fueron rodando entregas sueltas que se podrían englobar por años. En la temporada 71-72 se ruedan 7 capítulos, a los que se añadirían posteriormente 8 en la 72-73, otros 8 en la 73-74, 6 emisiones en la 74-75 y otras 6 en la 75-76, sólo 3 en la 76-77 y 5 más en la 77-78.
El actor encargado de poner rostro y voz al personaje fue Peter Falk, clásico actor norteamericano, cuya vida había sido inapropiada para la dignidad que mostraba en la serie. A los 16 años entra en un reformatorio por robar en tiendas. Finge ser periodista en Yugoslavia excediendo el permiso que tenía para un mes hasta convertirlo en cuatro. Después es detenido en La Habana, París, Nápoles...Parece que su paso por el Actor´s Studio le devuelve la tranquilidad en su vida pero es la televisión la que se la resuelve definitivamente. Pasa de cobrar la nada despreciable cifra de 60 millones por capítulo en 1971 a los impresionantes 140 millones por resolución del crimen. En una entrevista confesaba que se sentía totalmente identificado con el detective hasta el punto de que no sabía cuándo era Peter Falk y cuando Colombo.
La descripción del personaje es desgarradora. Apariencia de atontado, nudo de corbata desastroso, gabardina arrugada, despeinado y con un puro medio apagado. El teniente ya había sido interpretado por otros actores pero ninguno le dio ese aspecto de persona desastrosa, en principio incapaz de adivinar quién es el asesino. Hubo hasta 6 candidatos para llevarle a la pequeña pantalla, incluso el cantante y actor Bing Crosby pero éste se echó atrás debido al miedo a no superar la creación que Thomas Mitchell había realizado en los teatros. En Estados Unidos se emitía a través de la NBC dentro de una noche dedicada al misterio titulada “NBC Mystery Movie” y donde se incluía junto a “Mc Cloud” y “Mc Millan y esposa”. Cuando la cadena decide pasarlas a los Miércoles, son tantas las protestas que llegan por parte de los espectadores al no poder ver la serie por trabajar al día siguiente, que la emisora la devuelve a los Domingos. Su éxito hace que en la temporada 71-72 ocupe el 12º lugar dentro de las series más vistas, sube al 6º en la 72-73, aún sigue en el 14º en la 73-74, en el 20º en la 76-77 e incluso vuelve a ascender al 15º en la 77-78.
Cada capítulo se inicia con la narración de un asesinato y de los motivos que llevan a sus protagonistas a realizar esa lamentable acción. Suelen ser personas con una alta posición, con el ego muy elevado y en lujosas mansiones o escenarios de gente poderosa. Por ello, el coste de cada capítulo rondaba los 450.000 dólares. Sólo el alquiler de las mansiones era de 1000 dólares diarios. Todo fuera por conseguir el mejor resultado. Todavía a fecha de hoy es un verdadero placer disfrutar de los escenarios físicos que rodean al inmejorable elenco artístico. Y es que por la serie fueron apareciendo actores y actrices de la talla de Martin Sheen, Leonard Nimoy, Janet Leigh, Faye Dunaway, Martin Landau o Dick Van Dyke. Éste último debió de recibir buenas lecciones por esta interpretación ya que se encargó de recoger el testigo en este tipo de series con “Diagnóstico: asesinato”.
En España pronto vivimos el fenómeno “Colombo”. TVE emitió estas temporadas iniciales entre el 2 de Enero de 1973 y el 20 de Mayo de 1978 sin una regularidad fija. Intermitentemente dentro del contenedor dominical “Estrenos TV”. Allí se daba cabida a todas esas producciones de intriga y realizadas expresamente para la televisión pero con unas características más propias del cine, especialmente su duración, ya que solían rebasar los habituales 50 minutos hasta llegar incluso a los 90, como la mayor parte de las películas. Así, por ejemplo, los telespectadores españoles que decidieron pasar la noche del Domingo 8 de Agosto de 1976 en casa, disfrutaron de las cuestiones incómodas y peculiares del detective Colombo dirigidas a quienes creían tener una coartada fiable. Ese día, el capítulo llevaba por título “Fuera mancha maldita”. Precisamente ese año 76, TVE cambió el nombre al contenedor de la serie, llamándolo desde entonces “Misterio”, más cercano al original americano. Las portadas de revistas del medio como “Tele Radio” o “TP” pronto contaron con la presencia de Peter Falk. Incluso las revistas del corazón, como “LECTURAS” vieron en el protagonista de esta serie a alguien tan popular como para dedicarle su espacio estelar en la portada. Pero es que en Estados Unidos había llegado a aparecer en la portada de la revista “Time”.
En su país de origen, la serie recibió numerosos premios. Ganó 4 Emmys al mejor actor, además de conseguir otras 6 nominaciones y un Globo de Oro junto a 8 nominaciones más. Y en España obtuvo el mérito de ser Premio de la revista TELEPROGRAMA en 1974 al mejor actor con 238.744 votos dejando a Rock Hudson en segunda posición con 107.645 votos. En 1977 repite premio con 162.336 votos cuando “Stursky y Hutch” están en lo más alto aunque incapaces de superar el fenómeno “Colombo”.
Igual que en Norteamérica, en nuestro país también se publicaron una serie de novelas aprovechando el tirón del personaje. Títulos como “Muerte al decano” o “Navidades sin nieve” deleitaban a los lectores de thrillers. El humorista Pepe da Rosa realizó un disco basado en los cuatro detectives más populares de la televisión dedicándoles una simpáticas coplillas. La correspondiente a nuestro personaje decía “se busca que hay un caso y tiene tongo al teniente Colombo. El pobre tiene cara de aburrío y llega con colilla y encogío, pregunta por el dueño de la casa y luego que le cuenta lo que pasa, no queda convencío. Se pone a rastrear que no se fía, igual que un perro en una cacería, se mete por el ojo de una aguja, se fija en una simple tontería y da con el granuja. A mí que este Colombo me empepina, me gusta, me entretiene y me fascina y pienso, como muchos ciudadanos, pa´verle trabajar sin gabardina ya llegará el verano”.
Uno de sus primeros capítulos es el titulado “Murder by the book” y fue dirigido por Steven Spielbreg mucho antes de convertirse en el magnánimo director de iconos cinematográficos que quedarían en la historia de la gran pantalla. La revista “TV guide” considera esa emisión como uno de los mejores capítulos de series de tv que se han producido en su historia. Si bien, un gran fanático de la serie como es el que les escribe piensa que les hay mejores a lo largo de los muchos capítulos de “Colombo”.Pero la serie trascendió al tiempo y en 1987, ya bien extinguida la producción de nuevos capítulos, la película ganadora del Oscar al Film de Lengua Extranjera es para “Cielo sobre Berlín” de Wim Wenders. Allí, aparte de la historia melancólica que se narra, Peter Falk realiza un papel destacable argumentando y analizando las claves de su personaje más conocido mientras interactúa con los protagonistas. Un curioso análisis de un personaje del medio catódico dentro de una obra que nada tiene que ver con las tramas propias del detective y un cariñoso homenaje desde el cine y desde la vieja Europa a uno de los grandes iconos de la televisión. Tal vez de ahí surgiera la resurrección de la serie.
En 1989, la cadena ABC se hace con los derechos de explotación del personaje y Peter Falk accede a protagonizar las nuevas entregas que refrescarían los ambientes donde se solían desarrollar los sucesos. Desde ese año y hasta 2003 se realizan 24 nuevas entregas, entre las cuales se encuentra el mítico “Descanse en paz, Sra Colombo”, un verdadero juego de sentimientos, astucia y equivocaciones respecto a su mencionada esposa. La señora Colombo era uno de los recursos habituales en los diálogos del teniente. Pero nunca se matizaba más de lo necesario jugando a la ambigüedad. Hasta el punto de hacerse una serie titulada “Miss Columbo” con Kate Mulgrew, donde tampoco aparecía Peter Falk. Venía a darse a entender que estaban separados, lo cual no gustó a la audiencia, que veía incomprensible que eso fuese así con el cariño con el que siempre se hablaba de ella en la serie original. Tras la primera temporada fue cancelada. Estas 24 nuevas entregas de “Colombo”empezaron a ser emitidas por TVE desde 1994 dentro del espacio dominical de madrugada “Nuestros detectives” e incluso le devuelve a su horario estelar de “prime time” los Sábados por la noche a principios de 1996. No sólo no se mostraba ningún signo de debilidad sino que llegó a obtener 3.600.000 espectadores, convirtiéndose en una de las series extranjeras que mejor le funcionaron en aquella época a la Primera junto a la “Doctora Quinn” o “Blossom”, mientras éxitos internacionales como “Urgencias” no veían el momento de despegar. Tele 5 se hace con los derechos a finales de los 90 de nuevo (ya había ofrecido capítulos en el verano del 91) y emite durante meses “Colombo” en la tarde de los Domingos, que es donde se aficiona el que les escribe. Pasados los meses, incluso es repuesta en las madrugadas de Lunes a Domingo. Y su fama vuelve a dar señales de vida cuando Canal Plus incluye al detective como uno de los personajes de latex de sus populares “muñecos del guiñol” junto a figuras de la actualidad política y social como Felipe González, José María Aznar, Boris Yeltsin o Woody Allen.
Con el paso de los años supimos que su popular gabardina era de Cortefiel y que el actor había perdido un ojo cuando sólo tenía tres años debido a un tumor maligno. Ya en la primavera de 2008, Peter Falk apareció en medio mundo debido a unas imágenes en las que aparecía algo agresivo con la prensa, con aspecto desaliñado en un barrio neoyorquino. Pero lejos de ser una persona en decadencia, sigue en activo y colaborando en producciones como la premiada “Next”.
El teniente llegaba a ponerse pesado con los asesinos hasta el punto de hacerse popular la broma de que personas inocentes se declararan culpables sólo porque les dejara en paz. Y es que cuando parecía que el interrogatorio había acabado y tras haberse despedido, se paraba a pensar y repentinamente les decía “ah, sólo una cosa más” y era ahí cuando sorprendía al asesino con un cabo suelto, con un detalle que pensaba que pasaría desapercibido. Y es que ya lo dice el dicho, que no hay crimen perfecto. Este latiguillo fue parodiado por el mismísimo Homer Simpson en otro clásico de la televisión. Al final de cada capítulo, la cosa se ponía de parte del detective, que con sus manías, las simpáticas reflexiones con su perrito (un basset hound) o sus peculiares formas (como pedir “chili” en un restaurante de categoría mientras habla sobre el caso) nos daba a entender una magnífica moraleja. Que nada depende del aspecto externo, que lo importante es lo que hay dentro del “coco”, que las apariencias engañan o que siempre gana el bien por encima del mal. Y así pasa con las buenas producciones televisivas, que las buenas ganaron la batalla a las malas, sirva de ejemplo mi adorado Colombo. Es de justicia.
Historias de la tele por Miguel Herrero
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