Historias de la tele por Miguel Herrero
Javier Gurruchaga
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Javier Gurruchaga es el mejor showman que tenemos en este país. Y para disfrutar de todas las anécdotas que guarda en su haber, se acercó a mi sección telenostágica hace unos días, siendo un verdadero honor para nuestra televisión. Este mago de la escena pone toda la carne en el asador para que cada aparición suya sea un derroche de entretenimiento y frescura.
El líder de la Orquesta Mondragón dio sus primeros pasos a nivel nacional a finales de los años 70-principios de los 80. Su aparición estelar en el musical “Aplauso” le convirtió en todo un personaje. Actuaciones cargadas de humor renovando la música del momento. Algo diferente pero atractivo. Canciones de calidad pero alejadas del tono habitual, que no caían en el tópico “me quieres/te quiero/rompemos”.
Temas donde se aconsejaba usar una peluca, se versionaba el cuento de la Caperucita o donde se narraba la historia de un hombre sin brazos en un circo ambulante. Posiblemente esa fuera la mejor filosofía del gran Gurruchaga, la excentricidad. Películas como “Freaks, la parada de los monstruos” serían su referencia para actuaciones y programas. Enanos, mujeres barbudas, gordas de carcajada histriónica.
En 1984 nace “La bola de cristal”, mítica referencia de la nueva televisión cargada de modernidad. El espacio infantil-juvenil contaba con secciones bien diferenciadas. Y una de ellas, “La cuarta parte”, sería responsabilidad de nuestro magnánimo invitado. En ella, interpretaba los personajes de una imaginaria familia algo descentrada. La madre, Cayetana. El padre, Gregorio. Y la tía Nancy, americana como su tocaya, esposa de Reagan.
Dentro de “El cuarto hombre”, Javier hacía la introducción a modo de James Bond, algo torpe en su disparo a cámara. Veíamos el videoclip de un grupo de moda, las andanzas de su parentela y un noticiario temático, confeccionado con imágenes de archivo muy atractivas y señeras. Germen de los programas nostálgicos, le daba un toque cultural y alternativo, muy poco habitual en programas dirigidos a un público joven.
Javier presentó “La tarde” durante una de aquellas semanas en que los famosos iban rotándose la presentación del magazine vespertino de TVE. Funcionaban sus shows en la tele. De esta manera, Pilar Miró le ofreció ser el anfitrión de “Viaje con nosotros”, un programa que dio mucho de sí en sus seis meses de emisión. Pocos espacios de tan poca vida tienen tanta repercusión. Su nombre provenía de una de sus mejores canciones.
Con los medios de transporte como leitmotiv y un grupo de guionistas, “Lo que yo te diga”, (entre los que se encontraba el presentador de “Lo más plus”, Máximo Pradera), la aventura fue de polémica en polémica. Desde la parodia de Els Joglars a Jordi Pujol y al Barça (con Virgen de por medio) a un pequeño Felipe González (Hervé Villechaize), que sirvió de burla a las entrevistas de Victoria Prego al entonces presidente del Gobierno.
Actuaciones musicales de calibre, entrevistas de alto postín (Cela, Carrillo, Pasqual Maragall, Victoria Abril, Jesús Gil, Ana Obregón, Pedro Almodóvar…), algún concurso ligero y sketches de órdago. El surrealismo y el ingenio elevado a la máxima potencia, como la parodia de Mike Jagger usando al feo de los hermanos Calatrava. Un Ondas al mejor programa del año refrenda el éxito del espacio, que tuvo como colofón una Nochevieja que ha quedado en los anales del medio.
En el 92, fue el responsable de “El huevo de Colón”, show veraniego para Tele5, junto a Yvonne Reyes, y en el que volvió a explorar el insondable mundo de la comicidad. En la parte del concurso “El huevo es oro” participó un desconocido Santiago Segura. Experiencia corta la de este programa pero nuevamente original. La carrera del señor Gurruchaga se nutre como cantante, como exitoso actor nominado al Goya o como magnífico entrevistado. Por acudir a mi cita tan amablemente…¡un fuerte aplauso para Javier!
Vídeos de la entrevista (8-4-2011)
Historias de la tele por Miguel Herrero
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