En abril de 1987 volvía a producirse un nuevo relevo. El programa se llamó “El mismo día a la misma hora” y lo presentó Lola Forner, Miss España, con pocas dotes comunicativas. Su falta de naturalidad y las conversaciones con una voz masculina a lo “ángel de Charlie” oculto restaba interés al espacio, así como los diálogos descafeinados de Luis Escobar y Amparo Baró, dos grandes actores que hablaban de la tele en su salita de estar. Su futuro sería poco halagüeño.
Pocos meses después llegaría “Fin de semana”, un brevísimo espacio de avance de contenidos emitido los viernes a las 21h antes del super estreno cinematográfico de “Viernes cine”. Lo presentó la bellísima Inma de Santis con su buen hacer, mucha soltura y gracejo, pasando del plató estático a escenarios naturales con diferentes vestimentas acorde a lo que consideraba destacable esa semana. Gran parte de sus 10 minutos se centraban en la oferta cinematográfica, pasando rápidamente por los programas que recomendaba para ese sábado y domingo, dejando fuera la programación de entre semana. Se hicieron 69 emisiones.
Desde entonces ya hubo un vacío de este tipo de espacios, que se recuperaron el 22 de abril de 1990. Las altas instancias pensaron que la llegada de las cadenas privadas a principios de los 90 iban a comer mucho terreno a la pública, por lo que era bueno promocionarse sus contenidos. El elegido fue Guillermo Summers, quien iba a estar acompañado por Leticia Sabater. Pero a última hora se cambió la previsión y se contó con Susana Hernández, una joven inexperta en el medio pero muy válida. Así lo demuestra su naturalidad ya en su debut. El programa se llamó “Dos cadenas para ti”, igualmente los domingos por la tarde. Summers retomaba su papel de irónico para jugar con los dobles sentidos, en un bonito plató angelical, muy azul. Allí avanzaban contenidos futuros o analizaban los pasados, siempre con mucha guasa, como el día en que Arozamena salió a la vez presentando dos programas, uno en la Primera, “En buena hora”, y otro en la Segunda, “Las 12 en punta”. Reflexiones de filósofos, rodajes de series y un análisis de las audiencias como si se tratara de la Bolsa, con subidas y bajadas. Pese a las buenas intenciones, el programa fue trasladado a TVE2 hasta desaparecer. Eso sí, la buena química de Guillermo y Susana les valió para que deambularan por toda la programación a lo largo de toda la década de los 90, con programas nostálgicos como “Devórame otra vez”, “Devórame 2”, “Lo que en tiempo se llevó” o “Mitomanía”, en los que jugaban con la música, germen del actual “Cachitos de hierro y cromo”, puesto que igualmente “Mitomanía” trataba una temática semanal y se insertaban rótulos graciosos a los cachitos de vídeo que emitían.
Desde el otoño de 1990 se encargó de esta labor un espacio cuatrimestral llamado “TVE presenta”, en el que los Muñegotes, y finalmente Francine Gálvez, daban paso a los vídeos que anunciaban las novedades de la cadena. Aunque se perdía el concepto de “semanal”, la cadena pública no quería perder el hábito.
En el otoño de 1991 TVE hizo su primera gala de presentación de la programación de otoño, titulada “Acompáñame”. Por todo lo alto, desde los Jameos del Agua, en Lanzarote, presentada por Isabel Gemio. Numerosas figuras de TVE aparecieron en el escenario para dar a conocer sus productos televisivos. Isabel incluso habló en directo con Arnold Schwarzenegger, en conexión, y con Bart Simpson. Era el preámbulo del nuevo programa de avance de contenidos que iba a emitir TVE los domingos. El programa se retrasó hasta la primavera de 1992. Lo hizo con una Isabel más estilizada, una mascota llamada Promo, una especie de superhéroe como si fuera la mosca de la cadena, un dibujo animado doblado por Pepe Carabias. Algún invitado en el plató y una tira con los Muñegotes heredados de “Pero esto qué es”, demasiado políticos para este espacio pero con un par de rostros más televisivos, Ángela Channing, de “Falcon Crest” y Joaquín Prat. Pese a las buenas intenciones, “Acompáñame” pasó a las madrugadas hasta su desaparición en verano. A modo de curiosidad, el título parece que se le quedó impregnado para siempre a Isabel, teniendo en cuenta que la melodía de “Sorpresa sorpresa”, su gran éxito desde 1996 en Antena 3, precisamente decía aquello de “acompáñame… una noche más…”.
En aquel 1992 Antena 3 decidió incluir un espacio de avance semejante pero fue eliminado tras una emisión poco optimista. Volvió a hacer un programa parecido, con mucho mayor éxito, desde 1999 con “Mírame”, presentado primero por Silvia Jato y después por Mar Saura. Por entonces, en públicas y privadas ya había numerosas promociones entre los bloques publicitarios para avanzar los contenidos sin tener que aglutinarlos los domingos tarde.
Hasta 1994 ya no se hicieron programas de avance de contenidos en TVE. En el otoño de 1994 TVE1 estrenaba para sus mediodías de los sábados uno dedicado al cine, llamado “Cartelera”. José Toledo, modelo escogida de un numeroso casting en el que probaron suerte actores como Juanjo Artero y chicas con ganas de meter la cabeza en el medio como Malena Gracia, era la presentadora. El programa fue un gran acierto que animó a los programadores a duplicar la ración semanal, emitiendo los domingos “Cartelera TVE”, donde no sólo se trataría la cartelera cinematográfica de las dos cadenas sino también los rodajes de los programas, lo que se veía en otros países gracias a la colaboración de los corresponsales, un toque de nostalgia, entrevistas personales, repasos a las trayectorias y muchas otras ideas que fueron incorporándose a lo largo de sus ¡14 años! de emisión. Lamentablemente su última etapa ya era prácticamente un repaso cinematográfico y biografías de actores, avances de eventos deportivos y musicales y poca temática realmente televisiva.
Entonces surgió el mensual “RTVE responde”, con Elena Sánchez, en el que los espectadores podían cuestionar programas, pedir responsabilidades, además de ver cómo se hacían sus programas favoritos, como había hecho “Tome la palabra” en 1981. “RTVE responde” cambió de presentador pero ha mantenido su cita hasta la actualidad aunque nada tiene que ver con el semanal que se mantuvo durante casi dos décadas los domingos en la Primera Cadena de TVE. Títulos que los espectadores más telenostálgicos nunca olvidaremos, donde nos enteramos por vez primera de qué iban nuestros espacios más atractivos, series que se convertirían en clásicos… y otras que no, pero cuyo legado es un sedimento de doblajes perdidos y escenas cargadas de emotividad. Porque, con sus fallos, a la televisión sin embargo, la queremos.
